La leyenda del caimán
Sobre el día 8 de septiembre se celebra en Córdoba la Velá de la Fuensanta que se celebra en los alrededores del Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta. Una costumbre muy arraigada es visitar durante estos días el cuerpo disecado de un caimán que, junto a una costilla de una ballena, el caparazón de una tortuga y la sierra de un pez sierra, está expuesto en uno de los muros del patio del santuario.
La presencia de un animal tan exótico en un lugar como Córdoba ha dado lugar a una leyenda que se transmite desde siglos de generación en generación. Cuenta la leyenda que un año hubo una crecida enorme del río Guadalquivir y el caudal del agua trajo un caimán que sembró el pánico entre los cordobeses.
El caimán atacó y devoró a numerosas víctimas hasta que un cojo se ofreció para acabar con el animal. Estudió previamente el comportamiento del caimán para luego esperarlo en un árbol con su muleta y un pan abogado. El olor a pan despertó el hambre del caimán que enseguida abrió la boca para engullirlo. El cojo aprovechó ese preciso instante para clavarle su bastón entre las mandíbulas abiertas y luego matarlo. Una vez disecado se colocó el reptil como exvoto en el patio del santuario donde también se conserva aún el bastón que causó la muerte del animal.
Este año, la Velá de la Fuensanta tendrá lugar del 7 al 11 de septiembre. Si estás por estas fechas en Córdoba, pásate por la Plaza del Pocito para celebrarla y aprovecha la oportunidad de asomarte al Santuario y cumplir con la tradición de visitar al caimán.
|